Ediciones Casa Azul. Presentación y criterio editorial.

El Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul es una organización comunitaria chilena sin fines de lucro que en su carácter interdisciplinario busca fomentar el quehacer cultural artístico y la reflexión, utilizando los recursos que nos entregan la poesía, las artes visuales, la filosofía y la cultura en general. Queda así configurado nuestro ideario de desarrollo cultural en lo que hemos nombrado una poética en sentido amplio, que considera la poesía y el arte —en cada una de sus manifestaciones— como un hereje intento de expresar lo indecible. Los integrantes del centro son: Patricio Bruna Poblete, Karina García Albadiz, Rolando Jaime Malhue, Rodrigo Suárez Pemjean, Diego Rojas Valderrama. Colabora: Héctor Santelices.

Desde su nacimiento en 2007, nuestra agrupación enfrenta el trabajo artístico desde la experiencia del trabajo colectivo. Nuestra labor editorial (la producción de libros en proyectos colectivos y personales) como Ediciones Casa Azul, la desarrollamos desde el 2011 hasta hoy —siempre como una parte, aunque parte importante, del cúmulo mayor de otras actividades del grupo—, acumulando diez títulos de libros (cinco de libros individuales pertenecientes a integrantes de nuestra agrupación, y cinco títulos de libros colectivos), y además treinta títulos de plaquetes; involucrando en estos proyectos a poetas y gráficos no solo de nuestra agrupación o región, sino de diversas ciudades de Chile, y también a artistas de España, México y Perú.

En nuestros libros individuales y colectivos buscamos el entrecruce de poesía y gráfica connotativa y dependiente de sí misma, pues apostamos al diálogo alterno y aleatorio entre cada imagen y texto, que ambos se vayan correspondiendo tanto en la portada y/o contraportada de nuestros libros como en su interior. Así la propuesta estética en nuestra línea editorial tiene que ver no solo con asegurar la calidad de los textos sino también de las imágenes que dialogan con ellos. Respecto al libro en su conjunto, no solo trabajamos en la corrección de estilo y erratas de los textos, sino que diseñamos el libro como objeto de arte, es decir, cuidamos el diseño y la diagramación, la calidad del papel en portadas e interiores, etc., trabajo en el que cada uno de los integrantes aporta desde su especialidad profesional, ya sea el área del lenguaje, la pintura, el diseño, etc. Y en este punto nos parece importante mencionar nuestra idea de usar la cartulina craft en las tapas y contratapas de nuestros libros, particularidad iniciada en 2011 con el libro —de poesía— colectivo de nuestra agrupación Plano Inclinado, poética en sentido amplio; damos a esta material la cualidad de un gesto político, alusivo a nuestra intención de visibilizar en nuestros libros una estética de calidad que a su vez reseñe visual y palpablemente la precariedad y el consecuente gran esfuerzo puesto en nuestra labor editorial, tomando en propiedad nuestro carácter de editorial independiente, siempre escasa de recursos materiales. Gesto sistemático el nuestro con la cartulina craft, el que después —nos parece significativo y por esto con agrado tenemos que mencionarlo— hemos visto replicarse sistemáticamente también en otras pequeñas editoriales independientes, no solo en nuestra región sino también en Santiago. Habría que agregar que en la selección de poetas y gráficos para nuestras publicaciones, el criterio que usamos es el de que sean artistas de escasa visibilización o sencillamente soterrados, y que a la vez sus obras sean propositivas y de buena calidad estética, lo que también consignamos como un gesto político importante desde nuestra posición de pequeña editorial independiente, porque nos parece fundamental al momento de definir qué es una editorial independiente y nos diferencia radicalmente de los intereses de las grandes editoriales, cuya labor ha sido atiborrar el mercado comercial con productos de la cultura chatarra, de consumo rápido, para olvidar rápido y que sin embargo venden mucho; grandes editoriales que, por otro lado, sistemáticamente apuestan a los autores ya consagrados (generalmente muertos), pues sabemos que lo ya probado en esta línea siempre vende, lo cual deja casi siempre afuera a lo más propositivo y de alto valor estético del arte más contemporáneo, aquel que construyendo los artistas vivos, y por desestimados usualmente soterrados.

Otro gesto político importante de reseñar en nuestra línea editorial es la de disputarle al país del norte su apropiación indebida del término americano para nombrarse como país y en el gentilicio de sus habitantes, cuando americanos somos todos los habitantes tanto de Norteamérica, Centroamérica como de Sudamérica; situar lo que nos nombra, sobre todo desde la poesía, nos parece que es una responsabilidad que apela a toda la clase intelectual y artística, no solo de nuestro país sino de todos los países americanos; por tanto valorar lo americanista, desde nuestra mestiza realidad, del país sudamericano que somos, nos parece importante, así como la integración con cualquier país de mundo, pero mucho más importante retomarla con nuestros países vecinos, lo mismo que con aquellos homólogos nuestros en la lengua y que se hallan más distantes. Y a este respecto es importante nuestra propuesta creativa del concepto de Los Plexos Culturales, el que nos ha significado interactuar entre poetas y gráficos de nuestra ciudad con poetas y gráficos de la ciudad de Morelia en México, en la producción del libro PlexoAmérica, poesía y gráfica de Morelia-Valparaíso, editado en mayo de 2013, como así también de poetas y gráficos de Temuco, Santiago y Valparaíso, con poetas y gráficos de Lima, Chimbote y Trujillo, del Perú, en la producción del libro PlexoPerú, Poesía y Gráfica de Perú-Chile, editado en agosto de 2014. Manteniendo en estos proyectos los mismos criterios ya expresados anteriormente en la selección de autores y obras.

Para terminar es necesario aclarar que, si bien nuestra labor editorial la venimos realizando formalmente desde el 2011 con cantidades importantes de libros, nuestra labor editorial, llamémosle informal, tiene sus antecedentes en el nacimiento de nuestra agrupación en 2007, primero con los Libros Obj-ethos (publicaciones chatarra de alto tiraje en material de lujo intervenidas encima con nuestros textos de poesía y de crítica reflexiva y con nuestras imágenes gráficas originales reproducidas o pintadas y/o dibujadas directamente), y luego con la realización de los Incunables o libros únicos (a lo más cuatro o cinco) en formato de realización como objeto de arte, o libro de autor, que luego han servido como maquetas para editar formalmente en tirajes mayores, aunque siempre restringidos a nuestros escasos recursos económicos y cuando no accediendo un par de veces a recursos estatales a través del fondo del libro; estas dos instancias como crítica a las políticas nacionales del libro centradas en los intereses comerciales de las grandes editoriales que le hacen el juego al statu quo del poder político y económico más conservador del neoliberalismo imperante en nuestro país.

En los primeros años nuestro centro se abocó a un trabajo de gestión, pero cada vez más se hizo sentir la necesidad de publicar nuestros textos poéticos, de exponer nuestros trabajos pictóricos y de grabar nuestras producciones musicales. En cuanto a el trabajo editorial, el proyecto permanente del grupo es la Revista digital Botella del Náufrago, proyecto que nace el 2008 y que ya va en su vigésima tercera edición; los lectores la adquieren por medio de su descarga gratuita en nuestro blog. El principal objetivo de la revista es difundir poesía, prosa, gráfica y crítica cultural de nuestro país y del mundo. Las últimas tres ediciones han estado a cargo de la diseñadora Jeannette Pastene Veas.

También, en nuestros primeros años, desarrollamos nuestro trabajo con otras editoriales. Con Ediciones Suicidas hemos publicado De Bosque coronado, de la poeta Karina García Albadiz, 2009(50 ejemplares). A este siguió Antología irregular en tonos blancos y azul, Edipos Ediciones, 2010, libro que reunió el trabajo poético del Grupo Casa Azul y de la agrupación literaria El Picudo Blanco, de Alicante, El Elche, España, 2009 (100 ejemplares). Con la Editorial La Picadora de Papel: Plano Inclinado, una poética en sentido amplio; libro colectivo consistente en una compilación de trabajos literarios del Grupo Casa Azul (2011); La lengua es un ojo que en-calla; de Patricio Bruna (2011) y Crónico de Héctor Santelices (2012). En conjunto con Ediciones Universitarias reeditamos Plano Inclinado, una poética en sentido amplio, (Selección del Fondo del Libro y la Cultura, 2012) y PlexoAmérica: Poesía y Gráfica Morelia-Valparaíso (Selección del Fondo del Libro y la Cultura, 2013). Ese mismo año Karina García Albadiz publica ¿Dónde está la Nuez para la ardilla?, Ediciones Grupo Casa Azul, Valparaíso, 2013. Buscando nuevos espacios de publicación publicamos el libro colectivo PlexoPerú: Poesía y Gráfica Perú-Chile, Editorial Quimantú, 2014. Y PlexoSur. Poesía y Gráfica de Temuco, Concepción, Valdivia y Valparaíso, Editorial Segismundo, 2016.

Dentro de las actividades realizadas por el Centro, la edición y publicación de proyectos personales y colectivos ha ido adquiriendo cada vez mayor preponderancia y madurez. Sin medios propios para imprimir libros, alternativa que vemos como una posibilidad en un plazo mediano, Casa Azul ha explorado diferentes vías por donde darle una salida editorial a los proyectos personales de los integrantes del grupo y también, de gestionar libros colectivos que integran a poetas y artistas de otros lugares de América Latina, constituyendo un medio de difusión inasequible en muchos casos por los costos involucrados. Por ello, Casa Azul ha optado por postular a fondos públicos para sacar adelante los libros colectivos que, por la cantidad de páginas y el contenido gráfico de calidad, serían imposibles de financiar con medios propios. También ha optado por trabajar con editoriales que bajan sus costos para socializar lo más posible los libros, política, por ejemplo, de la Editorial Quimantú. Cabe destacar que prácticamente todo el diseño, así como el contenido de los libros, es gestionado al interior del Centro. Trabajamos con una diseñadora externa, Jeannette Pastene, quien está a cargo de las portadas y portadillas interiores, así como de nuestra revista Botella del Náufrago. En la práctica, enviamos un producto terminado a la editorial, la que diagrama y manda a imprenta el libro. Dependiendo de la editorial, se realiza la corrección de pruebas en conjunto, o la asumimos nosotros. Con la editorial, se gestionan uno o dos lanzamientos, pero muchos lanzamientos están a cargo del Centro.

Los proyectos personales también han buscado salida en editoriales independientes que, con prácticas más flexibles de pago, han permitido la publicación de proyectos personales de los integrantes del grupo. Cabe destacar que buscar una editorial independiente o una microeditorial que esté dispuesta a arriesgarse a publicar poesía en el mercado actual ha sido y sigue siendo de una dificultad pasmosa. Por ello es que la postulación a fondos del libro, ha sido una salida cada vez más importante. También, en un futuro, nos gustaría tener la capacidad de imprimir nuestros libros en bajos tirajes al principio, para no depender de instancias externas.

Tanto los proyectos personales como los colectivos, incluyen obras de artistas gráficos de Valparaíso y del país invitado. La particularidad de esta concepción es que la gráfica, al contrario de la ilustración, no está en relación de dependencia con el texto. Son obras independientes que dialogan en forma libre con los demás textos puestos en el libro. Al igual que los poetas, tratamos de incluir artistas emergentes, actuales, que en muchos casos, no están visibilizados, por opción propia o porque no son referentes en el mercado del arte.

Publicación de proyectos personales

Nos propusimos publicar estos a través de editoriales independientes. Primero publicamos mi poemario De Bosque Coronado, publicado por Ediciones Suicidas, 2009. También publicamos tres libros por la Editorial La Picadora de Papel: Plano inclinado, poética en sentido amplio (2010), (con una recopilación de poemas de los integrantes, más un invitado), La lengua es un ojo que en-calla de Patricio Bruna (2011) y Crónico de Héctor Santelices (2012). ¿Dónde está la nuez para la ardilla? de Karina García y Los silencios bien guardados de Jaime Villanueva por Ediciones Orlando de Ingrid Odgers en Concepción. En 2013, salió ¿Dónde está la nuez para la ardilla? bajo el sello de Dibujos de la Sombra, donde por primera vez se incorpora el color en la portada y contraportada, además de mate opaco un anhelo para el centro.

Publicación de libros colectivos

Antología Irregular en Tonos Blancos y Azul es el primer antecedente del libro colectivo y coeditado. Es una publicación poética en formato papel de carácter binacional: Chile-España a través del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul y la Agrupación Literaria El Picudo Blanco de El Elche, España. Fue editado en el país europeo en el año 2008 y en Chile en el año 2009 a través de Edipos Ediciones.

Plano inclinado: una poética de sentido amplio
reúne la obra de seis poetas de Casa Azul y fue publicado por la editorial independiente La Picadora de Papel, en el 2010. Creemos que la apuesta por el libro colectivo se ratifica como opción cuando se adjudica el Fondo Nacional del Libro y la Lectura en la Línea Apoyo a Ediciones a través de Ediciones Universitarias de Valparaíso en el 2012.

Sin duda, un gran paso es PlexoAmérica: Poesía y Gráfica Morelia-Valparaíso, todos sabemos que existe una “geopolítica del conocimiento”, plexos de sentido que se mueven, respiran, gracias a la constante fricción entre tradición y cambio, produciendo la necesaria oxigenación del cuerpo social. PlexoAmérica expresa esta dinámica de lo vegetativo como virtud autogenerativa de la cultura, con todas las características de este continente, con sus aciertos y contradicciones que lo definen.

Este proyecto colectivo es la expresión del respirar del plexo llevado a su límite innovador, acortando las distancias mediante la tecnología que nuestros ascendientes no tuvieron. Hemos puesto estos dos plexos ciudades en contacto y como nervadura eléctrica, tanto gráfica y poesía de ambas localidades se han puesto a dialogar para así superar el concepto de individualismo liberal puesto en la base de este “mal moral” llamado capitalismo. Este proyecto contempla 24 productores culturales: En Poesía-Gráfica Morelia-Valparaíso encontramos a Armando Salgado-Antonio Guzmán, Lourdes Garibay-Patricio Bruna, Abdías Martínez-Carla Oliva, Alejandra Quintero-Karen Rosentreter, Gaspar Aguilera-Edgar del Canto y Ramón Guzmán-Mauricio Ojeda y en Poesía y gráfica Valparaíso-Morelia encontramos a Héctor Santelices-Alejandro Delgado, Aluhel Fuentealba-Ángel Pahuamba, Karina García-Carmen Jacobo, Jaime Villanueva-Juan Guerrero, Gabriel Palomo-Laila Pita y Patricio Bruna-Celeste Jaime.

Y por último, PlexoPerú: Poesía y gráfica Perú—Chile: Chimbote, Trujillo, Lima, Temuco, Santiago y Valparaíso, publicado por la Editorial Quimantú, 2014 que continúa las modulaciones de los plexos, una colección dedicada a reunir el diálogo entre poesía y artes gráficas de los nódulos culturales latinoamericanos, nos ha llevado a un escenario geopolítico distinto, a un plexo en apariencia fracturado por la historia y sus estereotipos. Hemos hecho coexistir casi por azar la escritura, el trazo estético como texto e imagen, poniéndolo en circulación tozudamente a contrapelo de la lógica comercial, del circuito mercantil del arte. Se hacía imprescindible fomentar un papel activísimo del gestor cultural, con mucha suerte dimos con el poeta chimbotano Elí Urbina, que decidió trabajar incansablemente para convocar a los poetas peruanos aquí publicados. Este poeta del mítico Chimbote de El Zorro de arriba y el Zorro de abajo de José María Arguedas creyó en este proyecto porque para él: “el plexo se parece demasiado a un árbol y la raigambre de este árbol que es de verbo sale en busca de una tierra desde la que canta al unísono con el árbol nativo”. Y agregó, pronunciándose sobre el contexto histórico: “sabemos que el pasado 27 de enero, la Corte Internacional de Justicia de La Haya se pronunció respecto al reclamo peruano de delimitar un área de soberanía marítima con Chile a partir del paralelo geográfico. Aunque casi comparto del todo que no tiene razón de ser el analizar esto a la luz del prólogo, pregunto aquí, cómo negar que una obra colectiva que busca la hermandad, en medio del distanciamiento, genere un gran contraste. Ya el imaginario social ha observado por boca del poeta que el rencor no debe ser la grieta por la que allí abisme el hombre. Y es que desde nuestra mirada, la poesía, como un tsunami de verdor o plata, no permanece en silencio de muerte ni encerrada en hielo, se lleva por delante a cualquier alambrada que se ponga en su camino, al arrastrarse crea vida y transmuta la mierda en oro”. Concordamos con Elí, el artista siempre está en medio de la realidad y tiene que pronunciarse ante ella, por eso ante el trabajo deficiente de los Estados que se han empecinado en separarnos, señalamos que para nosotros el peruano representa el origen, muchos venimos del norte de Chile que se emparenta con Bolivia y Perú, también representa el legado de sociedades con un fuerte componente indígena y grandes escritores que lucharon por integrar este indígena a la sociedad peruana. Cómo no apostar a la hermandad reflexiva y crítica de la creación. El resultado de esta labor de edición es la incorporación de cinco poetas y cinco artistas gráficos por país, convocando a 20 productores culturales: dialogan el poeta Nilton Santiago (Lima) con el artista visual Edwin Rojas; Gonzalo Pantigoso (Chimbote) con Axel Ekdahl; Oscar Ramírez (Trujillo) con Claudia Cataldo, Elí Urbina (Chimbote) con Patricio Bruna y Luis Cruz (Lima) con Marko Molina. Todos los artistas visuales chilenos son de Valparaíso. Posteriormente, dialogan la poeta Natalí Aranda (Valparaíso) con la artista visual Verónica Noriega (Lima), Héctor Santelices (Valparaíso) con Zoila Reyes (Lima), Claudia Jara (Temuco) con Carolina Salinas (Lima), André Meyer (Santiago) con Daniel Cotrina (Cajamarca) y Patricio Bruna (Valparaíso) con Marco Durán (Lima). La portada y contraportada consigna el trabajo de la artista peruana Carolina Salinas, debido a la calidad de su producción. La mayoría de estos productores culturales son desconocidos fuera de su ámbito, pero ello solo otorga más valor a su trabajo, mereciendo ser difundido en un proyecto de fundamento colectivo.


Plexosur: poesía y gráfica de Temuco, Concepción, Valdivia y Valparaíso forma parte de una línea editorial que responde a una estética iniciada con el libro Plano Inclinado, poética en sentido amplio y que continúa en PlexoAmérica: poesía y gráfica de Morelia-Valparaíso. En esta oportunidad la noción de plexo llevado está emplazado en cuatro ciudades de Chile, principalmente apunta al sur y remite a la compleja red que se establece en torno a la producción cultural, que oscila entre el respeto a la tradición y la apuesta por una actitud más experimental y rupturista frente al arte. Los poetas y artistas logran su mejor trabajo cuando están integrados al entorno en que transitan. Hay una interrelación entre hábitat, medios y redes que hemos tratado de establecer al interior del libro, organizando los poetas y gráficos según la ciudad en que se desenvuelven. Quisimos abrir el trabajo editorial y compartirlo con poetas de cada ciudad que habíamos conocido en nuestro viaje al sur en el verano del 2013. De esta manera, la gestión del proyecto contempló desde un comienzo la participación de gestores representantes de cada plexo quienes recopilaron las obras y fueron la contraparte crítica al momento de seleccionar los textos e imágenes que entraron en el libro. Ellos fueron el poeta Wenuan Escalona (Temuco); la poeta y editora Ingrid Odgers (Concepción); los poetas Yoyi Koda y Juan Carlos Iturra (Valdivia). Esta forma de recopilación poética, que no pretende ser una antología acabada, implica repensar el ser, el saber y las estructura de la industria cultural que gobierna la sociedad contemporánea. Al mismo tiempo, intenta construir nuevas formas de legitimación en lo poético, ya que el pensamiento fundamental de PlexoSur es apelar a una profunda emancipación. El resultado de esta labor de edición es la incorporación de 24 poetas y 8 artistas gráficos (de los cuales dos están representados tanto por su poesía como por su obra artística). En los poetas, representando a Temuco, van Dafne Meezs, Consuelo Martínez, Diego Aravena, Cristián Cayupán, Sofía Jara, Cristián Lagos y Wenuan Escalona; por Concepción, Ingrid Odgers, Rosa Helena Sáez, César Valdebenito y Rodrigo Palominos; Valdivia tiene a Juan Carlos Iturra, Moisés Sanhueza, Amanda Iturra, Yoyi Koda y Roberto Sáez; por Valparaíso, Héctor Santelices, Rodrigo Suárez, Karina García, Luis Abarca, Roberto Cárdenas y Patricio Bruna. La propuesta gráfica contempló la inclusión de dos artistas por localidad. Uno encabeza la portadilla de ciudad y el otro aparece en las portadillas de cada poeta. Ellos son respectivamente: Daniel Lagos y Fernando Paz en Temuco; Caterina Oxley y José Fernández en Concepción; Moisés Sanhueza y Him Rivera en Valdivia, y Edgar del Canto y Patricio Bruna en Valparaíso. No nos interesa tener figuras que pertenecen el establishment artístico-cultural de su ciudad. Pensamos que ellos ya tienen un circuito de visibilización suficiente para sus textos. Por otro lado, rechazamos la cultura de premios, traducciones y publicaciones de baja calidad estética. Nos interesan fundamentalmente poetas y artistas gráficos, productores culturales, que propongan ideas estéticas relevantes y transformadoras dentro de su disciplina. Nos interesa un corpus de obra que mantenga su profundo vínculo con la actualidad tanto poética como vital. Porque pensamos que estos textos están abiertos y dan cuenta de la materialidad del objeto poético, dejando en evidencia el mecanismo de construcción y deconstrucción del lenguaje, poniendo en primer plano la presencia de lo no dicho. El autor es su primer lector y por eso tuvieron un rol activo en este libro y de cierta manera autoral. Sabemos que el arte contemporáneo se interesa, en verdad, por mostrar el proceso de creación, no solo el resultado. Por ello, solicitamos a poetas y gráficos una reseña que implicara la reflexión sobre el corpus de obra y que fuera más allá de los datos biográficos y méritos literarios o artísticos.


En estas poéticas emergen algunos puntos de encuentro. Similitudes que, sin pertenecer a la misma cosmovisión, dan cuenta de una resistencia ante el capitalismo, el patriarcado, las industrias culturales, la historia oficial. Son los bordes, las fronteras que nos hacen reelaborar desde nuestro alto nivel de frustración, la poética actual chilena. Este proyecto fue publicado por Editorial Segismundo, 2016.


EDITORES:

Karina García Albadiz: profesora, académica y gestora cultural en el área de humanidades, la teoría literaria y el arte, ha trabajado en Valparaíso y Santiago haciendo clases a estudiantes de las carreras de Pedagogía en Castellano y de carreras técnico-profesionales. Apasionada y exigente, comprometida con una labor pedagógica que promueve el desarrollo intelectual y humano, el pensamiento crítico y la ética profesional. Como creadora, editora y directora del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul, ha ideado una colección de libros colectivos bajo el concepto de plexo cultural cuya característica es unir poesía y gráfica latinoamericana de creadores emergentes. Estos libros reúnen el talento de poetas y artistas porteños en tándem con sus pares en, respectivamente, Morelia, México (PlexoAmérica), poetas y gráficos del sur de Chile (PlexoSur) y de ciudades de Chimbote, Trujillo y Lima (PlexoPerú). Ha desarrollado una importante labor educativa dentro del Centro de Investigaciones impartiendo talleres de escritura y edición. También ha participado en la organización de importantes eventos culturales como ferias de libro independientes, lecturas poéticas y talleres abiertos dentro de la región y en Santiago.

Rodrigo Suárez Pemjean. Profesor de castellano y Magister en Literatura Chilena e Hispanoamericana. Integrante del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul desde 2011. En calidad de editor y corrector de estilo en publicaciones tales como el libro de poesía colectivo Plano inclinado: una poética en sentido amplio, publicado por Ediciones Universitarias de Valparaíso, 2012; PlexoAmérica: Poesía y Gráfica Morelia-Valparaíso, Ediciones Universitarias de Valparaíso, 2013; PlexoPerú: Poesía y Gráfica Chimbote, Trujillo, Lima, Temuco, Santiago, Valparaíso, Editorial Quimantú, 2014.

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